VALE LA PENA

Éstas son algunas cosas positivas que un regiomontano anónimo nos ha evidenciado del tiempo de violencia, especialmente doloroso, en el que vive México.

Hoy, volvimos a manejar con cortesía, nadie se mete entre los carros, no se oyen maldiciones de carro a carro, y no es porque de repente en Monterrey aprendimos a manejar correctamente, sino porque ahora nadie te critica si vas despacio o no hiciste lo correcto por equivocación, no se oye el claxon con recordatorios maternales, respetamos mejor las reglas de tráfico. Nos hemos vuelto más tolerantes, menos irritantes en las horas pico.

Ahora volvieron los domingos familiares, comidas caseras con la familia extendida, llamamos más a los parientes lejanos y los que viven fuera están más pendientes de los de aquí. Queremos saber si la tía está bien y si las primas traerán a los nuevos miembros para que juntos celebremos la vida.

Por la noche cenamos juntos, nos recogemos temprano en casa, nos desvelamos menos, nos sentimos más seguros en el hogar que en las calles.

Las madres más despegadas están más pendientes de los jóvenes ya no importa si no traen ropa de marca o carro último modelo, ellos a su vez están más conectados con la actividad en casa y prefieren vivir con sencillez.

Los estudiantes se reúnen a estudiar y eso hacen. Temprano regresan a casa y permiten que los padres los recojan sin que esto sea un acto vengonzoso.

Andamos más en grupos, somos mas serviciales, nos agrupamos entre iguales, ya no más llaneros solitarios. Los esposos acompañan a su esposa a las compras del mandado o los hijos no deben dejar ir solas a sus madres.

Dejamos recados en el refrigerador de dónde estamos, con teléfono y dirección real y sin escondernos, conocemos más a los amigos de nuestros hijos y permitimos menos que se queden fuera de casa.

En fiestas de cumpleaños, gozamos los juegos de mesa y la bohemia con guitarras o Kareoques.

Le bajamos de volumen al estereo. NO más música de banda y narco-corridos, y somos prudentes de no molestar algún vecino.

Si alguien no llega a tiempo a una cita lo buscamos, y nos aseguramos de que esté bien. Hasta los doctores llaman a sus pacientes.

Evitamos los anuncios luminosos y los grandes espetaculares que presumen con ostento y riqueza, y la música publicitaria estruendosa, así que le bajamos a la contaminación visual y auditiva.

En los negocios de servicio, se redoblaron los esfuerzos para captar clientes y te atienden como rey en todas partes, en los bancos hasta te hacen buena cara, en los restaurantes se pulen mucho en el servicio y en el sazón, y ¿qué decir de los precios? hay promociones en todos los negocios que han sobrevivido y que compiten por, pocos, pero fieles clientes.

Todos cuidamos nuestros trabajos, bendecimos a nuestros empleadores, y la calidad y la excelencia al fin tienen su justa dimensión.

Las cosas cambian y nosotros también, las iglesias están llenas, todos estamos buscando a Dios. Sabemos que necesitamos un milagro. Oramos más. Cuidamos los amigos que aún nos quedan aquí. Todos apreciamos lo que tenemos. Agradecemos cada día la vida y lloramos nuestras pérdidas. Y seguimos aquí, en esta tierra que bendecimos y amamos.

Nunca perdamos de vista la importancia de ver por nuestra familia, de criar a nuestros hijos, de dar amor a todos... lo demás vendrá por añadidura.

JAPÓN DEL SIGLO XXI

Esta carta, escrita por el inmigrante vietnamita Thanh Minh que trabajó en Fukushima como policía, a un amigo en Vietnam, fue publicado en New America Media, el 19 de marzo. Es un testimonio de la fuerza del espíritu japonés, y un corte interesante de la vida cerca del epicentro de la crisis en la central nuclear de Fukushima en Japón. Fue traducido por el MNOAL, editor Andrew Lam, autor de Como Oriente Occidente: escribiendo en dos hemisferios condensado en Shanghai Daily.

Hermano, ¿Cómo estás tú y tu familia? Estos últimos días, todo era un caos. Cuando cierro mis ojos, veo los cadáveres. Cuando abro los ojos, también veo los cadáveres. Cada uno de nosotros debe trabajar 20 horas al día, sin embargo, me gustaría que hubiera días de 48 horas, para que podamos seguir ayudando y rescatar gente.

Me he hecho fuerte viviendo el nacionalismo japonés. Estamos sin agua ni electricidad, las raciones de alimentos se encuentran cerca de cero. Apenas se consigue trasladar a los refugiados antes de que haya nuevas órdenes para trasladarles a otro lugar.

Actualmente estoy en Fukushima, a unos 25 kilómetros de la planta de energía nuclear. Tengo tanto para decirte que si pudiera escribirlo todo, seguramente se convertiría en una novela acerca de las relaciones y comportamientos humanos en tiempos de crisis. Aquí la gente mantiene la calma - su sentido de la dignidad y el comportamiento adecuado son muy buenas - así que las cosas no son tan malas como podrían serlo. El gobierno está tratando de proveer suministros por vía aérea, con alimentos y medicinas, pero es como dejar caer un poco de sal en el océano. Pero por más atrasos nunca pierden la disciplina ni la dignidad.

Hermano, hubo un incidente realmente conmovedor. Se trata de un niño japonés que enseñó a un adulto como yo, una lección sobre cómo comportarse como un ser humano. Ayer por la noche, me enviaron a una escuela de gramática para ayudar a una organización de caridad a distribuir alimentos a los refugiados. Era una larga fila que serpenteaba un lado a otro y vi a un niño de alrededor de 9 años de edad. Llevaba una camiseta y un par de pantalones cortos. Estaba haciendo mucho frío y el niño estaba en el final de la cola. Me preocupaba que en el momento que le llegue el turno, no hubiera ningún alimento. Así que hablé con él.

Dijo que estaba en la escuela cuando ocurrió el terremoto. Su padre trabajaba cerca y se dirigía a la escuela. Él estaba en el balcón del tercer piso cuando vio el coche de su padre barrido por el tsunami.

Le pregunté acerca de su madre. Dijo que su casa está junto a la playa, que su madre y su hermana pequeña probablemente no se salvaron. Volvió la cabeza, se secó las lágrimas cuando le pregunté acerca de sus familiares. Estaba temblando, por lo que me quité la chaqueta de policía y se la puse a él. Ahí fue cuando mi bolsa de ración de alimentos se cayó. La recogí y se la di a él. "Cuando llegue tu turno, podrías quedarte sin alimentos. Así que aquí está mi parte. Yo ya comí. ¿Por qué no te lo comes?"

El muchacho tomó mi comida, se inclinó. Pensé que se lo comería de inmediato, pero no lo hizo. Tomó la bolsa, se acercó al principio de la cola y la puso con toda la comida que estaba esperando para ser distribuida.

Me sorprendió. Le pregunté por qué no se la comía, en vez de añadirla a la pila de los alimentos. Él respondió: "Porque veo a gente con mucho más hambre que yo, si lo pongo allí, se van a distribuir los alimentos por igual.”

Cuando escuché eso me di vuelta para que la gente no me viera llorar. Una sociedad que puede educar a un niño de 9 años de edad, que entiende el concepto de sacrificio por el bien común de la nación, es una gran sociedad, un gran pueblo, 100% nacionalista y de profundos sentimientos espirituales.

Bueno, en estas pocas líneas envío a ti y la familia mis mejores deseos. La hora de mi turno ha llegado nuevamente.

Ha Thanh Minh

10 COSAS QUE DEBERÍAMOS APRENDER DE JAPÓN
1. LA CALMA
Ni una sola imagen de golpearse el pecho o de dolor. La muestra de dolor en sí ha sido dignamente y calladamente llevada.

2. LA DIGNIDAD
La disciplina en las colas para el agua y los alimentos. Ni una palabra áspera o un gesto de grosería o ventajismo egoísta.

3. LA CAPACIDAD
De los arquitectos, increíble, los edificios se balanceaban, pero no caían. La reconstrucción vial fue increíblemente eficiente.

4. LA CONSIDERACIÓN
La gente compraba sólo lo que realmente necesitaba para el momento, por lo que todo el mundo podía conseguir algo.

5. EL ORDEN
No hay saqueos en las tiendas. No tocan la bocina y no adelantan en las carreteras. Sólo hay comprensión y respeto mutuo.

6. EL SACRIFICIO
Cincuenta trabajadores quedaron atrás para bombear agua de mar en los reactores nucleares sin importarles la muerte segura que les esperaba y sólo fueron cincuenta porque ese fue el número que se determinó como mínimo. Pero hubo cientos de voluntarios.

7. EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD
Los restaurantes redujeron los precios. Y pese a la fuerte demanda, no se sabe de ningún comerciante ni mayorista ni minorista que no haya rebajado los precios y vendido a menos del costo de existencia. Los agricultores regalaban sus cosechas. En fin, se hizo realidad aquel principio de la ética de los Samurai que dice que: “El fuerte cuida a los débiles”.

8. LA FORMACIÓN
La gente de edad y los niños, todo el mundo sabía exactamente qué hacer. E hicieron precisamente eso.

9. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Ellos mostraron moderación magnífica en los boletines. Ningún periodista publicó tonterías, ni sensacionalismos morbosos: únicamente reportajes para difundir la calma.

10. HONRADEZ
Cuando se cortó la luz en las tiendas, la gente volvió a poner las cosas en los estantes y se marchó en silencio. ¡Nadie se llevó producto alguno!

SILOGISMOS

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica recopilada como El Organon, de sus libros conocidos como Primeros Analíticos.

SILOGISMO 1:
Beber alcohol mata a las neuronas.
Las neuronas que mueren son las mas débiles.
Si mueren las más débiles, quedan las más fuertes e inteligentes.
Conclusión: cuanto más alcohol bebo, más inteligente me hago.

SILOGISMO 2:
Cuando bebemos alcohol en exceso, acabamos borrachos.
Cuando estamos borrachos, dormimos.
Mientras dormimos no cometemos pecados.
Si no cometemos pecados, vamos al Cielo.
Conclusión: para ir al Cielo hay que ser un borracho.

SILOGISMO 3:
Hoy en día los trabajadores no tienen tiempo para nada.
Sin embargo, sabemos que los vagos tienen todo el tiempo del mundo.
El tiempo es dinero.
Por tanto los vagos tienen más dinero que los trabajadores.
Conclusión: para ser rico no hay que trabajar.

SILOGISMO 4:
Imagínate un trozo de queso suizo todo lleno de agujeros.
Cuanto más queso, más agujeros.
Cada agujero ocupa el lugar en el que debería haber queso.
Por lo tanto, cuanto más agujeros, menos queso.
Cuanto más queso, más agujeros y cuanto más agujeros menos queso.
Conclusión: cuanto más queso, menos queso.

SILOGISMO 5:
Pienso, luego existo.
Las mujeres tontas no piensan, por tanto, las mujeres tontas no existen.
Mi amigo dice que no es gay porque sale con una mujer inteligente.
Si una mujer inteligente saliese con mi amigo sería una tonta.
Y, como las mujeres tontas no existen, mi amigo no sale con nadie.
Conclusión: ¡¡¡mi amigo es puñal!!!

SILOGISMO 6:
A quien madruga Dios le ayuda.
Quien madruga, duerme por la tarde.
Quien duerme por la tarde, no duerme por la noche.
Quien no duerme por la noche, sale de parranda..
Conclusión: Dios ayuda a los que salen de parranda.

SILOGISMO 7:
Dios es amor.
El amor es ciego.
Rigo Tovar era ciego.
Conclusión: Rigo Tovar ¿era Dios?

SILOGISMO 8:
Siempre me dicen que soy un Don Nadie.
Nadie es perfecto.
Entonces, yo soy perfecto.
Pero sólo Dios es perfecto.
O sea... yo soy Dios.
Uhmmm... si Rigo Tovar es Dios.
¡¡¡Yo soy Rigo Tovar!!!
¡Maldita sea! ¡¡¡Soy ciego!!!