El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica recopilada como El Organon, de sus libros conocidos como Primeros Analíticos.
SILOGISMO 1:
Beber alcohol mata a las neuronas.
Las neuronas que mueren son las mas débiles.
Si mueren las más débiles, quedan las más fuertes e inteligentes.
Conclusión: cuanto más alcohol bebo, más inteligente me hago.
SILOGISMO 2:
Cuando bebemos alcohol en exceso, acabamos borrachos.
Cuando estamos borrachos, dormimos.
Mientras dormimos no cometemos pecados.
Si no cometemos pecados, vamos al Cielo.
Conclusión: para ir al Cielo hay que ser un borracho.
SILOGISMO 3:
Hoy en día los trabajadores no tienen tiempo para nada.
Sin embargo, sabemos que los vagos tienen todo el tiempo del mundo.
El tiempo es dinero.
Por tanto los vagos tienen más dinero que los trabajadores.
Conclusión: para ser rico no hay que trabajar.
SILOGISMO 4:
Imagínate un trozo de queso suizo todo lleno de agujeros.
Cuanto más queso, más agujeros.
Cada agujero ocupa el lugar en el que debería haber queso.
Por lo tanto, cuanto más agujeros, menos queso.
Cuanto más queso, más agujeros y cuanto más agujeros menos queso.
Conclusión: cuanto más queso, menos queso.
SILOGISMO 5:
Pienso, luego existo.
Las mujeres tontas no piensan, por tanto, las mujeres tontas no existen.
Mi amigo dice que no es gay porque sale con una mujer inteligente.
Si una mujer inteligente saliese con mi amigo sería una tonta.
Y, como las mujeres tontas no existen, mi amigo no sale con nadie.
Conclusión: ¡¡¡mi amigo es puñal!!!
SILOGISMO 6:
A quien madruga Dios le ayuda.
Quien madruga, duerme por la tarde.
Quien duerme por la tarde, no duerme por la noche.
Quien no duerme por la noche, sale de parranda..
Conclusión: Dios ayuda a los que salen de parranda.
SILOGISMO 7:
Dios es amor.
El amor es ciego.
Rigo Tovar era ciego.
Conclusión: Rigo Tovar ¿era Dios?
SILOGISMO 8:
Siempre me dicen que soy un Don Nadie.
Nadie es perfecto.
Entonces, yo soy perfecto.
Pero sólo Dios es perfecto.
O sea... yo soy Dios.
Uhmmm... si Rigo Tovar es Dios.
¡¡¡Yo soy Rigo Tovar!!!
¡Maldita sea! ¡¡¡Soy ciego!!!
NACIMIENTOS EN EL SIGLO XXI
Las abejas, las flores, la semillita, la cigüeña... todo eso está fuera de onda. Esta es la explicación tecnológica y más acorde al pensamiento moderno de los niños actuales.
Un día, papá y mamá se conectaron al Facebook y se hicieron amigos. Papá le mando a mamá un e-mail para verse en un cybercafe y ella aceptó la invitación al evento.
Descubrieron que tenían muchas cosas en común y se entendieron muy bien. Cuando no estaban frente al laptop, chateaban por el BlackBerry, y así se fueron enamorando.
Hasta que un cierto día decidieron compartir algunos archivos. Se metieron disimuladamente en el W.C. y papá introdujo su Pendrive en el puerto USB de mamá.
Cuando empezaron a descargarse los archivos se dieron cuenta que se habían olvidado del software de seguridad y que no tenían Firewall. Pero ya era muy tarde para cancelar la descarga e imposible de borrar los archivos.
Así es que a los nueve meses... ¡apareció el VIRUS!
Un día, papá y mamá se conectaron al Facebook y se hicieron amigos. Papá le mando a mamá un e-mail para verse en un cybercafe y ella aceptó la invitación al evento.
Descubrieron que tenían muchas cosas en común y se entendieron muy bien. Cuando no estaban frente al laptop, chateaban por el BlackBerry, y así se fueron enamorando.
Hasta que un cierto día decidieron compartir algunos archivos. Se metieron disimuladamente en el W.C. y papá introdujo su Pendrive en el puerto USB de mamá.
Cuando empezaron a descargarse los archivos se dieron cuenta que se habían olvidado del software de seguridad y que no tenían Firewall. Pero ya era muy tarde para cancelar la descarga e imposible de borrar los archivos.
Así es que a los nueve meses... ¡apareció el VIRUS!
LOS DERECHOS HUMANOS SON PARA LOS HUMANOS DERECHOS
Hace poco, las madres de pandilleros encarcelados realizaron una manifestación, exigiendo los "derechos" de sus hijos. Acá está la respuesta de una madre a otra.
Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV en la reciente manifestación en favor de la reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares y con mejores prestaciones.
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo y de lo que representa económicamente para ti el ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, incluso que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs, etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación. Enorme es la distancia que me separa de mi hijo.
Actualmente trabajo mucho y gano poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo acudir los domingos hasta donde él se encuentra, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
Felizmente puedo decirte que también cuento con el apoyo de amigos y familiares, mas pese a ello si aún no me reconoces, te diré que yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, la madre de aquel que fue asaltado y herido mortalmente a balazos, disparos hechos por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel, yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio.
¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días, o dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor, mientras el mío está muerto.
Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades que a ti te apoyaron tanto en tu manifestación, tan solidarias contigo, nadie ha venido a mi casa para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento, ¡ni siquiera para decirme cuáles son mis derechos!
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo y de lo que representa económicamente para ti el ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, incluso que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs, etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación. Enorme es la distancia que me separa de mi hijo.
Actualmente trabajo mucho y gano poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo acudir los domingos hasta donde él se encuentra, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
Felizmente puedo decirte que también cuento con el apoyo de amigos y familiares, mas pese a ello si aún no me reconoces, te diré que yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, la madre de aquel que fue asaltado y herido mortalmente a balazos, disparos hechos por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel, yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio.
¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días, o dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor, mientras el mío está muerto.
Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades que a ti te apoyaron tanto en tu manifestación, tan solidarias contigo, nadie ha venido a mi casa para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento, ¡ni siquiera para decirme cuáles son mis derechos!
MUCHO POR APRENDER
Se dice de las grandes diferencias entre mujeres y hombres, que cada uno tiene que asumir su posición opuesta y complementaria a la otra, sin embargo creo que, a principios de la segunda década del Siglo XIX, las cosas ya no son radicales.
De hecho, estoy convencido de que hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender.
Tradicionalmente se ha hablado del carácter de los hombres, sin considerar que las mujeres se ya han decido a no permanecer calladas ante las injusticias, inmóviles frente a las revoluciones sociales, pasivas en una posición histórica que requiere su participación completa…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
¿Qué decir de la fuerza masculina? cuando durante siglos las mujeres se han mantenido inquebrantables en una posición heredada, no solicitada, pero igualmente asumida… y ahora, como madres de convicciones, como trabajadoras voluntariosas y con disposición, o como líderes de gran y visionarios horizontes, se enfrentan inquebrantables ante los resquisios de un mundo machista en decadencia…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
El hombre sin duda es veloz, mas no mayor a la de las mujeres, quienes en menos de un siglo, ¡es más, de generación! han alcanzado límites inimaginables y sólo reservados a los varones, desde las ciencias, las artes y los deportes, hasta la política y las empresas…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
¿Valentía? ¡Claro! El hombre es bravo, audaz y atrevido… pero la mujer, con todo mi respeto, es más valiente al no temerle a sus propios sentimientos, al ser congruente con su ternura y reír abierta y franca sus más esenciales alegrías…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
A diferencia de nosotros, ellas llevan consigo la profunda dignidad de ser mujeres, en tanto para nuestro género es un combate incansable de orgullo. Evidentemente no necesitan de un marido para posicionarse al frente de una familia, no necesitan de un jefe para asumir retos y proyectos laborales, no necesitan de un hijo para sentirse mujeres…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender… pero… para construir una mejor sociedad se requiere que ambos hagamos la parte que nos corresponden y que, juntos, mujeres y hombres, hagamos de este mundo una entorno de armonía y convivencia.
La oportunidad está aquí y ahora… y si aún no descubres que el ser mujer significa mucho más que ser maternal, bella, sensual, tierna y delicada, entonces aún tienes mucho por aprender por ti misma.
De hecho, estoy convencido de que hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender.
Tradicionalmente se ha hablado del carácter de los hombres, sin considerar que las mujeres se ya han decido a no permanecer calladas ante las injusticias, inmóviles frente a las revoluciones sociales, pasivas en una posición histórica que requiere su participación completa…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
¿Qué decir de la fuerza masculina? cuando durante siglos las mujeres se han mantenido inquebrantables en una posición heredada, no solicitada, pero igualmente asumida… y ahora, como madres de convicciones, como trabajadoras voluntariosas y con disposición, o como líderes de gran y visionarios horizontes, se enfrentan inquebrantables ante los resquisios de un mundo machista en decadencia…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
El hombre sin duda es veloz, mas no mayor a la de las mujeres, quienes en menos de un siglo, ¡es más, de generación! han alcanzado límites inimaginables y sólo reservados a los varones, desde las ciencias, las artes y los deportes, hasta la política y las empresas…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
¿Valentía? ¡Claro! El hombre es bravo, audaz y atrevido… pero la mujer, con todo mi respeto, es más valiente al no temerle a sus propios sentimientos, al ser congruente con su ternura y reír abierta y franca sus más esenciales alegrías…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender…
A diferencia de nosotros, ellas llevan consigo la profunda dignidad de ser mujeres, en tanto para nuestro género es un combate incansable de orgullo. Evidentemente no necesitan de un marido para posicionarse al frente de una familia, no necesitan de un jefe para asumir retos y proyectos laborales, no necesitan de un hijo para sentirse mujeres…
Hay mucho de las mujeres que los hombres deberíamos aprender… pero… para construir una mejor sociedad se requiere que ambos hagamos la parte que nos corresponden y que, juntos, mujeres y hombres, hagamos de este mundo una entorno de armonía y convivencia.
La oportunidad está aquí y ahora… y si aún no descubres que el ser mujer significa mucho más que ser maternal, bella, sensual, tierna y delicada, entonces aún tienes mucho por aprender por ti misma.
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