ODA PARA EUGENIA

Eugenia, la bien nacida, tu presencia en voz y canto es para mí un gozo genuino.

No me bastarán los minutos, tan contaditos, para disfrutar de tus melodías. Aunque los pusiera todos juntos en mi memoria auditiva, uno pegadito al otro, me parecerían mínimos e insuficientes para deleitarme con tu potencia vocal.

Eres una musa que inspira mi poesía adormecida. Eres tierra fértil para mi imaginación errante. Eres la mujer, eres la magia, eres el Paraíso.

Bien lo tenía planeado el destino, cual león cauteloso que aguardó los días y las noches para atraparme y, ahora contigo como presa, me devoras lentamente hasta los huesos.

¡Qué fortuna la mía de encontrarte en mi camino! ¡Qué desgracia la mía de tenerte tan lejana! Pero no desfallezco en mi lamentado infortunio, por el contrario, me dejo llevar hasta donde a ti te plazca más, porque sé en la profundidad de mi corazón apasionado que a donde fuese me dirigieses invariablemente sería hasta un recoveco de paz intensa.

¡Que siga Eugenia! Etérea en su interpretación coqueta, divina en el pedestal de su escenario, melódica en su canto femenino.

1 comentario:

  1. Jorge,

    Me honras con tu cariño; de corazón, mil gracias. Guardaré esta oda en mi página web.

    Un abrazo,

    Eugenia León

    ResponderBorrar

Gracias por tu comentario, éste será publicado una vez que sea aprobado.