THE MACHINIST (EL MAQUINISTA)

Para permanecer al borde del sillón evitando cualquier parpadeo, réntate ésta película, pero el día que estén en promoción. No porque su trama sea una obra extraordinaria, sino porque segurito esperarás el momento en el que Christian Bale caiga al suelo por un infarto no dramatizado, y entonces pasaría a ser casi como un documental acerca de la muerte de Michael Jackson.

¡Qué barbaridad! De veras que no tiene madre con este tipo de caracterizaciones. ¿Qué sería más barato, contratar a un actor extremadamente flaco o casi matar de hambre a otro? Pues me imagino que lo segundo, aunque supongo que el factor económico no fue el determinante a la hora de que éste actor galés hizo el casting, sin embargo sí les resultó favorecedor porque al final de cuentas lo recaudado en taquilla y la venta de copias sumó grandes cantidades de dólares, más por el morbo de verlo a punto de la desintegración que por la historia en sí.

Bajo la dirección de Brad Anderson, más afecto a las series y filmes de suspenso, esta cinta nos cuenta la historia de Trevor Resnik, un singular personaje trastornado por su incapacidad para mantenerse dormido. Se le nota a leguas que sí tiene sueño, en más de una ocasión tenemos la esperanza de que el wey ya se duerma, pero dramáticamente algo lo despierta y se pone a hacer algo que le provoca nuevamente el insomnio.

Tampoco hace mucho por provocarse el sueño, ¿verdad? Qué tal un vasito de leche tibia antes de acostarse, o un tecito de pasiflora, o un baño en la tina con agua caliente y unas hojitas de lechuga… ¡Nooo! En lugar de eso se distrae en la terminar del aeropuerto tomando café reciclado y fumando como chacuaco. Así cualquiera pudiera diagnosticar que, en lugar de padecer de insomnio, padece de sus facultades mentales. Es un tarado.

El día que la vi fue un domingo en la madrugada, eso sí tengo que aceptarlo, cumple su cometido de motivar la vigilia. Fatal fue la decepcionó final porque dado el nombre que eligieron en Latinoamérica, yo me esperaba que fuera un conductor de trenes diabólico y resultó que no era más que un operario mecánico, aturdido por no haber dormido por casi un año.

Aunque el escritor Scott Kosar pretende hacer que The machinist sea una cruda reflexión acerca del poder de la consciencia, es decir esa vocecita que nos dice del lado derecho lo que está bien, la historia es dudosa si cuestionamos cuánto puede mantenerse un ser humano despierto sin morirse, no de sueño si no de atrofia cerebral, lo que nos lleva a que sea predecible el desenlace. En todo caso coincidiremos que la moraleja es “Si fumas, no manejes”.

2 comentarios:

  1. Ay, Richie, que risa con la reseña. Es cierto, el tipo se fomenta el insomnio, y también es cierto, todos estuvimos esperando que muriera Christian Bale a media película. Creo que en la de Terminator 4 está a la mitad de su peso necesario, como cuando salió en Mujercitas o Batman...

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  2. no mamar con miercolera!! esta peli rulea tanto que duele.


    deberia tener un mejor rango jejeje.

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