Como una aportación personal, que espero sea valiosa, para la gastronomía internacional, pongo a la disposición de los comensales afectos a los alimentos ligeros esta ensalada (que con orgullo se ha convertido en una de mis creaciones más especiales).
Te la recomiendo ampliamente, sobre todo si eres de los que quieren disminuir la ingesta de altos niveles de carbohidratos, sin dejar de lado el placer intenso que representa alimentarse.
INGREDIENTES (3 porciones)
1/2 col morada
6 barras de surimi
6 jitomates medianos
12 limones agrios
Pimienta limonada
Sal
MODO DE PREPARACIÓN
Rebana la col morada en julianas y desinféctala en agua fría con algunas gotas de cloro. Al cabo de unos minutos, escúrrela y nuevamente lávala con agua fría.
Corta las barras de surimi, primero a lo largo por la mitad y luego en pequeños cubos. Descorazona los jitomates y pártelos en trozos pequeños.
En un recipiente plástico con tapa, coloca la col, el jitomate y el surimi, espolvorea una capa de pimienta limonada y una pizca de sal, finalmente exprime el zumo de los limones. Revuélvelo todo hasta que se forme una mezcla regular.
Tápala y déjala reposar en el refrigerador de un día para otro. Si te es posible, revuélvela algunas ocasiones más, de manera que el jugo del limón, la sal y la pimienta “cocinen” la col morada y el sumiri. Al día siguiente, todos los elementos habrán adquirido un color rojizo y un sabor picante.
El resultado final será una ensalada fresca y nutritiva, suficiente como plato fuerte en una comida campestre o para llevar a la escuela u oficina. Acompáñala con galletas saladas. ¡Buen provecho!
LITTLE MISS SUNSHINE (PEQUEÑA MISS SUNSHINE)
¿Es necesaria otra crítica al imperialismo yanqui? Sí, todas las que se puedan hacer, con tal de que así se den cuenta los gringos de lo iluso que es su propio american dream. Lo peor del caso es que parece una farsa pero ¡así pasa en la vida real! No más les faltaron las típicas letritas al inicio Based in a true story.
Dice el argumento mismo de la película “El mundo se divide en dos: los perdedores y los ganadores”, y, para evidenciarlo, ésta producción multipremiada nos da muchísimos ejemplos. Es como una continua lección de la estupidez involuntaria.
A decir de las Leyes de Murphy, la filosofía catastrófica puede resumirse en sólo dos normas. La primera predica “Cuando creas que algo irá mal, espera, será peor”, y la segunda “No hay excepción para la primera”.
Las anécdotas se van encadenando en un círculo vicioso de caos: el homosexual tío con tendencia suicida, el abuelo adicto la pornografía, el inadaptado hijo que odia a todo el mundo, el padre hundido en la derrota de su propio programa de autosuperación personal, la madre estereotipadamente mediadora, y la estelaridad de la hija que aspira a ser reina de belleza.
Con estos ingredientes el poco experimentado escritor Michael Arndt tenía dos opciones: hacer un culebrón como novela mexicana, o reírse con un sarcasmo tan castrante que termina en una sorpresiva comedia. Afortunadamente para los millones de personas que la hemos visto (una y otra vez) se le ocurrió seguir su instinto por el humor.
El reparto está muy completo. En el rol de la madre está Toni Collete, la extraordinaria australiana que desde el inicio de su carrera, con su papel de Muriel, dio muestra de que la comedia le brota por cada poro. El padre y el tío, Grez Kinnear y Steve Carell, son dos actores-personajes muy en sí mismos, pasan sin pena ni gloria, sinceramente me gustó más cómo Paul Dano presenta el hermano freaky. El abuelo pervertido se encarna gracias a la participación del veterano Alan Arkin, quien parece tener una posición bastante secundaria y decadente, pero resulta que la influencia que tiene en su nieta Olive es decisiva.
Abigail Breslin, hace una interpretación maravillosa, cándida e ingenua va tras la corona. Es un excelente ejemplo de la lucha por los sueños, ella apuesta todo su entusiasmo y valor. A pesar de que no es otra de las muñequitas competidoras llenas de maquillaje y con sonrisas de porcelana, nos consta que se ha esforzado mucho y a diario se ha ensayado con su grandpa para estar al fin en ese soñado escenario. Y definitivamente lo mejor de la toda película es su espectáculo.
Desafortunadamente no todos los niños pueden ver Little Miss Sunshine, y no es que yo viva de la mojigatería sino que los temas no son del criterio infantil, a menos de que los adultos quieran pasarse la mitad del tiempo explicándoselos. ¡Tienes que verla! Su genialidad es espontánea y seguramente la verás una vez, luego otra, y una más.
Dice el argumento mismo de la película “El mundo se divide en dos: los perdedores y los ganadores”, y, para evidenciarlo, ésta producción multipremiada nos da muchísimos ejemplos. Es como una continua lección de la estupidez involuntaria.
A decir de las Leyes de Murphy, la filosofía catastrófica puede resumirse en sólo dos normas. La primera predica “Cuando creas que algo irá mal, espera, será peor”, y la segunda “No hay excepción para la primera”.
Las anécdotas se van encadenando en un círculo vicioso de caos: el homosexual tío con tendencia suicida, el abuelo adicto la pornografía, el inadaptado hijo que odia a todo el mundo, el padre hundido en la derrota de su propio programa de autosuperación personal, la madre estereotipadamente mediadora, y la estelaridad de la hija que aspira a ser reina de belleza.
Con estos ingredientes el poco experimentado escritor Michael Arndt tenía dos opciones: hacer un culebrón como novela mexicana, o reírse con un sarcasmo tan castrante que termina en una sorpresiva comedia. Afortunadamente para los millones de personas que la hemos visto (una y otra vez) se le ocurrió seguir su instinto por el humor.
El reparto está muy completo. En el rol de la madre está Toni Collete, la extraordinaria australiana que desde el inicio de su carrera, con su papel de Muriel, dio muestra de que la comedia le brota por cada poro. El padre y el tío, Grez Kinnear y Steve Carell, son dos actores-personajes muy en sí mismos, pasan sin pena ni gloria, sinceramente me gustó más cómo Paul Dano presenta el hermano freaky. El abuelo pervertido se encarna gracias a la participación del veterano Alan Arkin, quien parece tener una posición bastante secundaria y decadente, pero resulta que la influencia que tiene en su nieta Olive es decisiva.
Abigail Breslin, hace una interpretación maravillosa, cándida e ingenua va tras la corona. Es un excelente ejemplo de la lucha por los sueños, ella apuesta todo su entusiasmo y valor. A pesar de que no es otra de las muñequitas competidoras llenas de maquillaje y con sonrisas de porcelana, nos consta que se ha esforzado mucho y a diario se ha ensayado con su grandpa para estar al fin en ese soñado escenario. Y definitivamente lo mejor de la toda película es su espectáculo.
Desafortunadamente no todos los niños pueden ver Little Miss Sunshine, y no es que yo viva de la mojigatería sino que los temas no son del criterio infantil, a menos de que los adultos quieran pasarse la mitad del tiempo explicándoselos. ¡Tienes que verla! Su genialidad es espontánea y seguramente la verás una vez, luego otra, y una más.
SON OF RAMBOW (HIJO DE RAMBOW)
Escrita y dirigida por el británico Garth Jennings, tiene a la fecha muy pocas participaciones reconocidas en el panorama cinematográfico, pero a decir de los resultados de sus incursiones en la pantalla grande, lo poco que haya hecho ha sido para marcar buenos puntos de referencia, algo así como precisos tiros al blanco.
En esta ocasión retrata la historia de dos amigos, ambos son ajenos a sus propias familias. Como es usual en toda historia, por obra de la gracia del destino, la coincidencia planetaria y la ocurrencia de un escritor, Lee Carter y Will Proudfoot son compañeros de escuela y, aunque puedan ser agua y aceite, terminan por entrelazarse en una aventura compartida.
Para verla hay que transportarse a los años 80, aunque la moda horrible nos torture de nuevo. Como lo dice el Viejo Testamento “en aquellos días” las cámaras de video comenzaban a darnos la oportunidad a todos de capturar un cachito del mundo y ¿por qué no? de experimentarnos como realizadores alternativos.
Desde América hasta Europa, en plena modernidad, los espectadores quedaron pasmados por una de las figuras más representativas de la penúltima década del siglo XX, Rambo, ese indestructible defensor del nacionalismo estadounidense, al que las bombas y balas de los enemigos se la p… ¡por poquito lo matan!
Pues así, con todo y que Sylverter Stallone parece un buki, marcó la historia del cine mundial y ahora es tomado como referencia para este par de niños tomen la cámara del hermano mayor y hagan su propia versión del guerrillero gringo. Tengo la seguridad de que su video final sería mucho mejor que otras tantas películas con super presupuestos que llegan al cine, pero ese es otro cuento.
Como película recomendada para toda la familia, Son of Rambow tiene todas las propiedades de la leche: vitamínica y llena energía. Este film un tanto sensiblero, es una conmovedora ocasión para el reencuentro familiar.
En esta ocasión retrata la historia de dos amigos, ambos son ajenos a sus propias familias. Como es usual en toda historia, por obra de la gracia del destino, la coincidencia planetaria y la ocurrencia de un escritor, Lee Carter y Will Proudfoot son compañeros de escuela y, aunque puedan ser agua y aceite, terminan por entrelazarse en una aventura compartida.
Para verla hay que transportarse a los años 80, aunque la moda horrible nos torture de nuevo. Como lo dice el Viejo Testamento “en aquellos días” las cámaras de video comenzaban a darnos la oportunidad a todos de capturar un cachito del mundo y ¿por qué no? de experimentarnos como realizadores alternativos.
Desde América hasta Europa, en plena modernidad, los espectadores quedaron pasmados por una de las figuras más representativas de la penúltima década del siglo XX, Rambo, ese indestructible defensor del nacionalismo estadounidense, al que las bombas y balas de los enemigos se la p… ¡por poquito lo matan!
Pues así, con todo y que Sylverter Stallone parece un buki, marcó la historia del cine mundial y ahora es tomado como referencia para este par de niños tomen la cámara del hermano mayor y hagan su propia versión del guerrillero gringo. Tengo la seguridad de que su video final sería mucho mejor que otras tantas películas con super presupuestos que llegan al cine, pero ese es otro cuento.
Como película recomendada para toda la familia, Son of Rambow tiene todas las propiedades de la leche: vitamínica y llena energía. Este film un tanto sensiblero, es una conmovedora ocasión para el reencuentro familiar.
DOUBT (LA DUDA)
¡A qué perra se ha vuelto la Meryl Streep! El día que quiera un curso intensivo de “¿Cómo ser un patán insensible y que se chinguen los demás en el intento?” segurito me rento ésta película y El diablo viste a la moda (The Devil wears Padra).
En su interpretación como la hermana Aloysius Beauvier nuevamente nos revela su carácter severo y decidido a ser tan mamona como sea necesario con tal de salirse con la suya. Aquí sí que no cabe la duda de que hay que estar de su lado.
Pero la verdad es que el desarrollo argumental está muy bien trabajado, y eso resulta cuando el escritor y el director son el mismo, pero no cualquier babas que se siente muy creativo y tiene lana para dirigir sus propios alucines, sino uno de veras inteligente, con una idea concreta de lo que quiere proyectar en la pantalla grande, como es el caso de John Patrick Shanley.
Afortunadamente se piso las pilas y dejó el género de la aventura que hizo con Congo y Joe contra el volcán (Joe versus the volcano), se arriesgó de lo comercial a lo dramático, y le funcionó muy bien.
Con este argumento estuvo nominado al Oscar, pero obviamente estaba bien cañón que se lo dieran compitiendo contra la multipremiada Quiero ser millonario (Slumdog millionaire), a pesar de que le quedó el consuelo se haber sido nominada también para mejor actriz principal (Meryl Streep, aunque ya le tocaba a Kate Winslet), mejor actor de reparto (Philip Seymour Hoffman, que no se sorprendió cuando se lo dieron a la familia del fallecido Heath Legder), y la doble competencia por esta cinta para mejor actriz de reparto (Amy Adams y Viola Davis, quienes tuvieron que aceptar la golfedad de Penélope Cruz).
Para verla se requiere que antes te cortes las uñas y que no tengas nada que se pueda arrojar. De mí te acuerdas si no te descubres al borde del sillón gritándole a la pantalla.
Decía San Pablo: “Llevan consigo su fe, un tesoro en vasijas de barro” y esta cinta es prueba de que la duda no siempre es el principio del conocimiento, sino de la angustia por no saber la verdad.
En su interpretación como la hermana Aloysius Beauvier nuevamente nos revela su carácter severo y decidido a ser tan mamona como sea necesario con tal de salirse con la suya. Aquí sí que no cabe la duda de que hay que estar de su lado.
Pero la verdad es que el desarrollo argumental está muy bien trabajado, y eso resulta cuando el escritor y el director son el mismo, pero no cualquier babas que se siente muy creativo y tiene lana para dirigir sus propios alucines, sino uno de veras inteligente, con una idea concreta de lo que quiere proyectar en la pantalla grande, como es el caso de John Patrick Shanley.
Afortunadamente se piso las pilas y dejó el género de la aventura que hizo con Congo y Joe contra el volcán (Joe versus the volcano), se arriesgó de lo comercial a lo dramático, y le funcionó muy bien.
Con este argumento estuvo nominado al Oscar, pero obviamente estaba bien cañón que se lo dieran compitiendo contra la multipremiada Quiero ser millonario (Slumdog millionaire), a pesar de que le quedó el consuelo se haber sido nominada también para mejor actriz principal (Meryl Streep, aunque ya le tocaba a Kate Winslet), mejor actor de reparto (Philip Seymour Hoffman, que no se sorprendió cuando se lo dieron a la familia del fallecido Heath Legder), y la doble competencia por esta cinta para mejor actriz de reparto (Amy Adams y Viola Davis, quienes tuvieron que aceptar la golfedad de Penélope Cruz).
Para verla se requiere que antes te cortes las uñas y que no tengas nada que se pueda arrojar. De mí te acuerdas si no te descubres al borde del sillón gritándole a la pantalla.
Decía San Pablo: “Llevan consigo su fe, un tesoro en vasijas de barro” y esta cinta es prueba de que la duda no siempre es el principio del conocimiento, sino de la angustia por no saber la verdad.
LOVE ACTUALLY (REALMENTE AMOR)
¿No tienes plan para este fin? Entonces búscala en tu DVDclub y réntala.
Hay que aceptar que es un filme muy predecible, ya sabes, los típicos enredos que giran entre los personajes que aspiran al típico centro argumental: el amor. Pero muy por encima de la típica historia romántica vas a poder disfrutar, no de 1 sino de más historias de amor y desamor, de encuentros y separaciones, y de los profundos temores que el ser amante hacia su ser amado, todas representadas por un multitudinario elenco muy identificado.
Richard Curtis, que se estrenó como director con esta película en 2003, se destacó primero por crear personajes como tarada Bridget Jones y el torpe Mr. Bean, lo mismo que escribir los guiones de Un lugar llamado Notting Hill (Notting Hill), y 4 bodas y 1 funeral (Four weddings and a funeral), las dos son bien lacrimógenas hasta la deshidratación.
No se la complica, cuando se sienta frente a la máquina de seguro piensa “el cine es entretenimiento”. Proyectar una imagen simplecita de las personas, una anatomía suavecita del cómo somos en el día a día al nivel de la banqueta, porque para catástrofes ya tenemos a los noticieros.
Sin embargo no se queda en el nivel palomero de muchas películas de Holliwood. Lo importante no es en qué acabará (lo puedes adivinar desde los primeros minutos), lo emocionante es cómo. ¡Su sensibilidad y emotividad son su toque personal!
Este fin, acurrúcate con tu cobija de tripas o con junta a tu tribu. Te aseguro que te sorprenderá con anécdotas como las que tú también has vivido.
Hay que aceptar que es un filme muy predecible, ya sabes, los típicos enredos que giran entre los personajes que aspiran al típico centro argumental: el amor. Pero muy por encima de la típica historia romántica vas a poder disfrutar, no de 1 sino de más historias de amor y desamor, de encuentros y separaciones, y de los profundos temores que el ser amante hacia su ser amado, todas representadas por un multitudinario elenco muy identificado.
Richard Curtis, que se estrenó como director con esta película en 2003, se destacó primero por crear personajes como tarada Bridget Jones y el torpe Mr. Bean, lo mismo que escribir los guiones de Un lugar llamado Notting Hill (Notting Hill), y 4 bodas y 1 funeral (Four weddings and a funeral), las dos son bien lacrimógenas hasta la deshidratación.
No se la complica, cuando se sienta frente a la máquina de seguro piensa “el cine es entretenimiento”. Proyectar una imagen simplecita de las personas, una anatomía suavecita del cómo somos en el día a día al nivel de la banqueta, porque para catástrofes ya tenemos a los noticieros.
Sin embargo no se queda en el nivel palomero de muchas películas de Holliwood. Lo importante no es en qué acabará (lo puedes adivinar desde los primeros minutos), lo emocionante es cómo. ¡Su sensibilidad y emotividad son su toque personal!
Este fin, acurrúcate con tu cobija de tripas o con junta a tu tribu. Te aseguro que te sorprenderá con anécdotas como las que tú también has vivido.
MI HADITA EN EL CINE
Para todos los cinéfilos, desde los menos experimentados y más deseosos de un entretenimiento pasadero, hasta los más exigentes y menos tolerantes de las faltas comunes del cine comercial, con mucho respeto les presento a Mi Hadita.
Cada viernes aparecerá para dar sus recomendaciones cinematográficas, aunque si lo amerita también será de advertencias.
Categorías de película (de lo menos a lo mejorcito):
Tsunami
¡Huye de ella lo más pronto posible! Arrastra a gente ingenua y siempre, sin excepción, provoca desastres.
Ombliguera
¡Ya ni modo! Ahí está y, aunque tuvo buenas intensiones, habrá que verle el lado amable para que valga la pena.
Garnachera
La tortilla es sabrosa, llenadora y económica, pero hay otras opciones, mejores y más nutritivas, aunque cuesten un poquito más.
Palomera
Se dice de las producciones que no pretenden más que retacarnos, o sea consumir y digerir. Podrías dejar de verla y no parará nada. Además, no te preocupes si no la viste en el cine, ya la pasarán muchas veces en la televisión.
Miercolera
Es una buena opción, pero sólo aplica un miércoles, día de la promoción 2x1 (No merece pagar dos boletos).
Dominguera
Se programa para un fin de semana con amigos o en pareja, algo qué hacer y compartir antes de regresar a la rutina de la semana.
Ingeniosa
Tiene mucha creatividad (visual, narrativa, musical, actoral) pero lamentablemente no siempre figura en el ranking de la recaudación de millones de dólares en taquilla. Es como el alambrito que detiene los empaques de pan, no era necesario pero qué bueno que a alguien se le ocurrió.
Lechera
Es buena para toda la familia.
Sinfónica
(No tiene que ver con el género musical) Un amigo identifica esta categoría con la frase “es una colcha bien tejida”, cuando se nota que es una película basada en un excelente guión, con la producción justa y actuaciones impecables, todo eso dirigido orquestadamente al unísono.
DHL
Totalmente recomendada. En cuanto aparezca en cartelera o DVD ¡tienes que verla!
Cada viernes aparecerá para dar sus recomendaciones cinematográficas, aunque si lo amerita también será de advertencias.
Categorías de película (de lo menos a lo mejorcito):
Tsunami
¡Huye de ella lo más pronto posible! Arrastra a gente ingenua y siempre, sin excepción, provoca desastres.
Ombliguera
¡Ya ni modo! Ahí está y, aunque tuvo buenas intensiones, habrá que verle el lado amable para que valga la pena.
Garnachera
La tortilla es sabrosa, llenadora y económica, pero hay otras opciones, mejores y más nutritivas, aunque cuesten un poquito más.
Palomera
Se dice de las producciones que no pretenden más que retacarnos, o sea consumir y digerir. Podrías dejar de verla y no parará nada. Además, no te preocupes si no la viste en el cine, ya la pasarán muchas veces en la televisión.
Miercolera
Es una buena opción, pero sólo aplica un miércoles, día de la promoción 2x1 (No merece pagar dos boletos).
Dominguera
Se programa para un fin de semana con amigos o en pareja, algo qué hacer y compartir antes de regresar a la rutina de la semana.
Ingeniosa
Tiene mucha creatividad (visual, narrativa, musical, actoral) pero lamentablemente no siempre figura en el ranking de la recaudación de millones de dólares en taquilla. Es como el alambrito que detiene los empaques de pan, no era necesario pero qué bueno que a alguien se le ocurrió.
Lechera
Es buena para toda la familia.
Sinfónica
(No tiene que ver con el género musical) Un amigo identifica esta categoría con la frase “es una colcha bien tejida”, cuando se nota que es una película basada en un excelente guión, con la producción justa y actuaciones impecables, todo eso dirigido orquestadamente al unísono.
DHL
Totalmente recomendada. En cuanto aparezca en cartelera o DVD ¡tienes que verla!
MUCHOS HUEVOS
La semana pasada me di a la tarea de ayudar a un amigo, estudiante de Contador Público, que debía dar un discurso de bienvenida a los nuevos universitarios.
Con la observancia institucional le escribí un mensaje, que primeramente (obvio) fuera de la complacencia de las autoridades y luego, siguiendo el objetivo esencial, aspirara a marcar un punto de reflexión acerca de la educación superior en México.
Estoy seguro que desde hace meses, o quizás años, todos hemos escuchado mucho las palabras: certificados de calidad, innovación curricular, trayectoria institucional o prestigio educativo… Pero también estoy seguro que muy pocas de las universidades en verdad lo son.
Yo tengo ya varios años de haber egresado, me titulé y ejerzo mi profesión, y por toda esa cadena de verbos debo reconocer que soy muy afortunado. Podría haberme ganado lo asno y haber no terminado la carrera; podría no tener el título de licenciado en la pared o simplemente podría ahora trabajar en algo por lo que no me chamusqué las pestañotas durante 5 años.
Como estos nuevos estudiantes, un día tuve la oportunidad de elegir. Como pocos, seleccionamos una de las instituciones de educación superior y en ella decidimos cuál profesión estudiar. Otro verbo privilegiado: elegir.
Miles solicitamos ingreso, pero otros muchos más se quedaron fuera en el proceso de selección. Algunos están se tuvieron que ir a otras universidades o tal vez ni siquiera eso, se quedaron sin estudiar porque no tuvieron otra alternativa.
Quienes sí obtuvimos un lugar se lo debemos no sólo al buen resultado en un examen de ingreso, sino a un esfuerzo mayor de los 3 años (y más) previos a ese estresante día.
Espero todos sepamos esto, ya que nuestra cultura del “día a día” nos enseña poco acerca de prever, planear, organizar y ejecutar un plan de vida. Esto no es más que esfuerzo constante, el cual seguramente será más agotador cuando no hay entusasmo, disciplina, control y visión.
La gorda se queja de estar obesa, pero el único ejercicio que ha hecho es seguir el rastro de la garnacha y los caramelos. El atleta se queja de haber llegado a la meta en último lugar, pero en lugar de entrenar a consciencia se la pasó en eventos con sus patrocinadores. La pensión del jubilado es poca, pero al joven le da flojera trabajar y no le interesa ahorrar para su vejez, mientras que para el viejo ya es tarde planear su retiro voluntario.
Si somos como un automóvil que sale de viaje con el tanque de gasolina medio lleno, no nos quejemos.
A mí me ha pasado, lo confieso y acepto. Cuando yo apliqué mi solicitud de ingreso a la universidad, quedé en el 5º lugar de la lista de aceptados. ¿Dónde quedó esa excelencia después de que regresé del intercambio a la mitad de la carrera?
Nunca había reprobado en ninguna de mis materias, de hecho siempre fui de los ñoños estudiosillos. Hasta la universidad. Cuando reprobé, dije muy orgulloso dije que jamás fue por burro, sí por socialito.
Aprendí muchas cosas extra currícula, sí, pero al final me reprobaron 5 veces por inconstante y por falta de tenacidad.
Tarde me di cuenta. El día de la ceremonia de entrega de títulos, entre autoridades, maestros, familiares y compañeros, me arrepentí de haber recibido sólo mi título. Tuve la oportunidad de haberme ganado una mención honorífica o al menos un reconocimiento por alto desempeño académico… y no. ¡Qué triste!
Estudiar una carrera debe significar un camino hacia el empleo, a excepción de quienes estudian por el mero gusto de aprender… o mientras se casan… o mientras reciben la herencia… o en tanto le atinan al premio gordo de la lotería…
Y así, cada vez somos más los jóvenes que egresamos de las universidades, por lo tanto cada vez será más exigente la competencia de un puesto de trabajo, la instalación de una empresa autoempleadora, la obtención de una beca de estudios de posgrado. La tarea por ahora será revisar la calidad del mejor producto: uno mismo.
Mejor profesionista=mejor empleo=mejor calidad de vida es una ecuación que para que funcione de manera efectiva, debemos saber desde ahora que ese trabajo al que aspiramos dependerá de todos los días que estemos en la universidad, dentro y fuera del salón, aprovechando esta oportunidad.
PD. El tiempo no vuelve y mientras podamos hay que ponerle “muchos huevos”.
NOTA: Las imágenes son parte de la colección 12 huevos fritos escaneados, del madrileño Jorge Negrotti.
Con la observancia institucional le escribí un mensaje, que primeramente (obvio) fuera de la complacencia de las autoridades y luego, siguiendo el objetivo esencial, aspirara a marcar un punto de reflexión acerca de la educación superior en México.
Estoy seguro que desde hace meses, o quizás años, todos hemos escuchado mucho las palabras: certificados de calidad, innovación curricular, trayectoria institucional o prestigio educativo… Pero también estoy seguro que muy pocas de las universidades en verdad lo son.
Yo tengo ya varios años de haber egresado, me titulé y ejerzo mi profesión, y por toda esa cadena de verbos debo reconocer que soy muy afortunado. Podría haberme ganado lo asno y haber no terminado la carrera; podría no tener el título de licenciado en la pared o simplemente podría ahora trabajar en algo por lo que no me chamusqué las pestañotas durante 5 años.
Como estos nuevos estudiantes, un día tuve la oportunidad de elegir. Como pocos, seleccionamos una de las instituciones de educación superior y en ella decidimos cuál profesión estudiar. Otro verbo privilegiado: elegir.
Miles solicitamos ingreso, pero otros muchos más se quedaron fuera en el proceso de selección. Algunos están se tuvieron que ir a otras universidades o tal vez ni siquiera eso, se quedaron sin estudiar porque no tuvieron otra alternativa.
Quienes sí obtuvimos un lugar se lo debemos no sólo al buen resultado en un examen de ingreso, sino a un esfuerzo mayor de los 3 años (y más) previos a ese estresante día.
Espero todos sepamos esto, ya que nuestra cultura del “día a día” nos enseña poco acerca de prever, planear, organizar y ejecutar un plan de vida. Esto no es más que esfuerzo constante, el cual seguramente será más agotador cuando no hay entusasmo, disciplina, control y visión.
La gorda se queja de estar obesa, pero el único ejercicio que ha hecho es seguir el rastro de la garnacha y los caramelos. El atleta se queja de haber llegado a la meta en último lugar, pero en lugar de entrenar a consciencia se la pasó en eventos con sus patrocinadores. La pensión del jubilado es poca, pero al joven le da flojera trabajar y no le interesa ahorrar para su vejez, mientras que para el viejo ya es tarde planear su retiro voluntario.
Si somos como un automóvil que sale de viaje con el tanque de gasolina medio lleno, no nos quejemos.
A mí me ha pasado, lo confieso y acepto. Cuando yo apliqué mi solicitud de ingreso a la universidad, quedé en el 5º lugar de la lista de aceptados. ¿Dónde quedó esa excelencia después de que regresé del intercambio a la mitad de la carrera?
Nunca había reprobado en ninguna de mis materias, de hecho siempre fui de los ñoños estudiosillos. Hasta la universidad. Cuando reprobé, dije muy orgulloso dije que jamás fue por burro, sí por socialito.
Aprendí muchas cosas extra currícula, sí, pero al final me reprobaron 5 veces por inconstante y por falta de tenacidad.
Tarde me di cuenta. El día de la ceremonia de entrega de títulos, entre autoridades, maestros, familiares y compañeros, me arrepentí de haber recibido sólo mi título. Tuve la oportunidad de haberme ganado una mención honorífica o al menos un reconocimiento por alto desempeño académico… y no. ¡Qué triste!
Estudiar una carrera debe significar un camino hacia el empleo, a excepción de quienes estudian por el mero gusto de aprender… o mientras se casan… o mientras reciben la herencia… o en tanto le atinan al premio gordo de la lotería…
Y así, cada vez somos más los jóvenes que egresamos de las universidades, por lo tanto cada vez será más exigente la competencia de un puesto de trabajo, la instalación de una empresa autoempleadora, la obtención de una beca de estudios de posgrado. La tarea por ahora será revisar la calidad del mejor producto: uno mismo.
Mejor profesionista=mejor empleo=mejor calidad de vida es una ecuación que para que funcione de manera efectiva, debemos saber desde ahora que ese trabajo al que aspiramos dependerá de todos los días que estemos en la universidad, dentro y fuera del salón, aprovechando esta oportunidad.
PD. El tiempo no vuelve y mientras podamos hay que ponerle “muchos huevos”.
NOTA: Las imágenes son parte de la colección 12 huevos fritos escaneados, del madrileño Jorge Negrotti.
EL TRI-UNFO, DEPORTE Y OTRAS COSAS
Llegó el tan esperado encuentro entre los equipos abanderados de México y Estados Unidos. Poco antes de iniciar el partido de futbol los noticieros reportaban que en el Estadio Azteca “no cabía ni un alfiler”.
Bien aplicada la figura literaria por los cronistas deportivos, gracias a que el coloso de Santa Úrsula se encontraba ya a punto del cupo. 105 mil aficionados en el sitio y otros tantos millones que siguieron las trasmisiones en televisión, radio, internet y prensa.
Se vislumbraba una nueva decepción en el ánimo nacional cuando Charlie Davis, marcado con número 9 del equipo americano, anotó el primer gol a su favor, sin embargo la emoción de la porra local estalló de regreso al momento en que Israel Castro empató el marcador al minuto 19. Finalmente con la dirección de Javier Aguirre, sobre la hora, el tricolor aventajó el resultado 2-1, con la anotación de Miguel Sabah.
Cuestión de honor o lo que sea, vencer a los gringos en tiempos de crisis sabe diferente. Ya me imagino cuán poderosos se sintieron los aficionados mexicanos, tanto o más como pasarse corriendo el Puente Juárez-Lincoln con rumbo a los USAs, o como para imponer medidas para la restricción, ingreso y control de los Spring Breaks, o como para proteger el mercado de los productos nacionales, incluyendo el petróleo. Ya parece.
Me sorprende mucho la persistencia del mexicano en apoyar a “su” equipo. En reuniones de amigos o en foros de discusión, permanentemente la Selección Mexicana ocupa el centro de los debates, caldea los ánimos con disgusto y malestar, al igual que llena de alegría y entusiasmo.
Se dice que para no causar problemas hay que evitar hablar de religión, política y futbol. Pese a ello, y a que luego no hago caso de las advertencias, me introduciré en una arriesgada polémica entre los dos últimos tópicos.
¡Cómo me encantaría ver ese nivel de apoyo encausado hacia nuestros atletas paraolímpicos! Quienes por cierto, año con año regresan con preseas y distinciones, muchas más de las obtenidas por los deportistas patrocinados por grandes cadenas comerciales y programas de apoyo social.
¿Qué decir del apasionamiento que podría ser mejor encausado en los procesos electorales? No, no me estoy desviando. Bastan unas breves comparaciones vox populi:
1) La Selección Nacional maneja millonarios presupuestos, con sus respectivos intereses. Los políticos también.
2) Mientras los deportistas cuentan con salarios más elevados, comúnmente su rendimiento se vuelve inversamente proporcional. Entre los políticos también.
Pero a estas dos grandes similitudes corresponden dos grandes diferencias.
1) Las estrategias más exitosas de la escuadra deportiva dejan de lado el protagonismo, esto si se quiere ganar en un verdadero juego de equipo. Para los políticos esas tácticas son más difíciles de adoptar, a pesar de que se les vea “pasarse la bolita” de unos a otros (léase la responsabilidad).
2) La ciudadanía no es la misma que la afición futbolera. A pesar de hay excelentes deportistas y extraordinarios funcionarios públicos, el electorado (que al final es el quien cuenta con su voto) no participa de igual modo frente a las urnas, como lo hace en un partido desde su butaca.
La corona con la que se declaró hoy una victoria, debe ser una enseñanza para nuestra frágil unidad social.
Así como se tuvo que remar contra corriente, cuando los profesionales del balompié se encontraban con el 1 abajo en tablero, también debemos afrontar los desafíos de un México más complejo y demandante.
Al canto del “Sí se puede, sí se puede”, quiero ver un resultado a favor. Como millones de mexicanos, anhelo que las negociaciones trilaterales con los vecinos del norte nos traigan beneficios reales hasta nuestros bolsillos, y que al fin se defina de modo contundente la relación comercial con el más fuerte competidor asiático.
Pese a que el futbol no es mi pasatiempo favorito, no quiero dejar pasar la ocasión de aplaudir el hecho de que el pueblo mexicano “se ponga la verde”, que nos integremos en una comunidad con un objetivo claro y consistente, y que al cabo nos sintamos orgullosos del desempeño de nuestro país.
Bien aplicada la figura literaria por los cronistas deportivos, gracias a que el coloso de Santa Úrsula se encontraba ya a punto del cupo. 105 mil aficionados en el sitio y otros tantos millones que siguieron las trasmisiones en televisión, radio, internet y prensa.
Se vislumbraba una nueva decepción en el ánimo nacional cuando Charlie Davis, marcado con número 9 del equipo americano, anotó el primer gol a su favor, sin embargo la emoción de la porra local estalló de regreso al momento en que Israel Castro empató el marcador al minuto 19. Finalmente con la dirección de Javier Aguirre, sobre la hora, el tricolor aventajó el resultado 2-1, con la anotación de Miguel Sabah.
Cuestión de honor o lo que sea, vencer a los gringos en tiempos de crisis sabe diferente. Ya me imagino cuán poderosos se sintieron los aficionados mexicanos, tanto o más como pasarse corriendo el Puente Juárez-Lincoln con rumbo a los USAs, o como para imponer medidas para la restricción, ingreso y control de los Spring Breaks, o como para proteger el mercado de los productos nacionales, incluyendo el petróleo. Ya parece.
Me sorprende mucho la persistencia del mexicano en apoyar a “su” equipo. En reuniones de amigos o en foros de discusión, permanentemente la Selección Mexicana ocupa el centro de los debates, caldea los ánimos con disgusto y malestar, al igual que llena de alegría y entusiasmo.
Se dice que para no causar problemas hay que evitar hablar de religión, política y futbol. Pese a ello, y a que luego no hago caso de las advertencias, me introduciré en una arriesgada polémica entre los dos últimos tópicos.
¡Cómo me encantaría ver ese nivel de apoyo encausado hacia nuestros atletas paraolímpicos! Quienes por cierto, año con año regresan con preseas y distinciones, muchas más de las obtenidas por los deportistas patrocinados por grandes cadenas comerciales y programas de apoyo social.
¿Qué decir del apasionamiento que podría ser mejor encausado en los procesos electorales? No, no me estoy desviando. Bastan unas breves comparaciones vox populi:
1) La Selección Nacional maneja millonarios presupuestos, con sus respectivos intereses. Los políticos también.
2) Mientras los deportistas cuentan con salarios más elevados, comúnmente su rendimiento se vuelve inversamente proporcional. Entre los políticos también.
Pero a estas dos grandes similitudes corresponden dos grandes diferencias.
1) Las estrategias más exitosas de la escuadra deportiva dejan de lado el protagonismo, esto si se quiere ganar en un verdadero juego de equipo. Para los políticos esas tácticas son más difíciles de adoptar, a pesar de que se les vea “pasarse la bolita” de unos a otros (léase la responsabilidad).
2) La ciudadanía no es la misma que la afición futbolera. A pesar de hay excelentes deportistas y extraordinarios funcionarios públicos, el electorado (que al final es el quien cuenta con su voto) no participa de igual modo frente a las urnas, como lo hace en un partido desde su butaca.
La corona con la que se declaró hoy una victoria, debe ser una enseñanza para nuestra frágil unidad social.
Así como se tuvo que remar contra corriente, cuando los profesionales del balompié se encontraban con el 1 abajo en tablero, también debemos afrontar los desafíos de un México más complejo y demandante.
Al canto del “Sí se puede, sí se puede”, quiero ver un resultado a favor. Como millones de mexicanos, anhelo que las negociaciones trilaterales con los vecinos del norte nos traigan beneficios reales hasta nuestros bolsillos, y que al fin se defina de modo contundente la relación comercial con el más fuerte competidor asiático.
Pese a que el futbol no es mi pasatiempo favorito, no quiero dejar pasar la ocasión de aplaudir el hecho de que el pueblo mexicano “se ponga la verde”, que nos integremos en una comunidad con un objetivo claro y consistente, y que al cabo nos sintamos orgullosos del desempeño de nuestro país.
¿A DÓNDE VAMOS?
Hechos que sorprenden hoy:
1) El sistema de una tarjeta musical de felicitaciones tiene mayor capacidad que la primera computadora análoga.
2) La computadora de un auto de lujo es más sofisticada y poderosa que la utilizada por la nave espacial del Apolo 11, con la cual se realizó un viaje de ida y regreso a la Luna.
Con estos ejemplos cómo no cuestionarse ¿qué significa el progreso tecnológico y hacia dónde nos lleva?
En los últimos meses, hemos escuchado que en estos tiempos de crisis económica mundial los gobiernos se están esforzando por mantener la industria automotriz, en casi todos los países se han creado programas presupuestales emergentes, estrategias para incentivar la movilización comercial y que los usuarios renovemos nuestros autos.
Yo quiero uno híbrido, pero cada vez que lo pienso más detenidamente, éste parece más lejano, no sólo porque cada día son más costosos y yo conservo mi asalariada posición económica, sino porque al parecer aún no han sido suficientemente convincentes las labores de conscientización con respecto a lo que los combustibles fósiles están provocando en el medio ambiente.
Todos los días la cotización de los barriles de crudo ocupa los noticieros al mismo tiempo que las bolsas de valores. El bien llamado “oro negro” es centro de mercadeos y pugnas políticas, y ésta será una tendencia progresiva en tanto que el petróleo sea cada vez más escaso o su extracción y procesamiento se hagan más difíciles.
Viene luego una pesadilla salida de la ciencia ficción, en la que el mundo se detiene por la escasez de gasolina y las máquinas inteligentes se adueñan de las ciudades, y nada más lejano a ésta escena de la pantalla grande que ver nuestras calles y avenidas, donde las administraciones públicas construyen puentes y bulevares, antes que fomentar la creación de andadores, pasos peatonales y ciclopistas, y mucho menos que promover el uso de transportes alternativos como la bicicleta, o exigir mayor efectividad, calidad y servicio en el transporte urbano.
Entonces es cuando surge la sospechosa duda, con lógica justificación, de que hay algún (o algunos) interesado(s) en frenar ese otro desarrollo tecnológico, uno que aspire a la ganancia económica y al poder como únicos fines, mejor uno sustentable, responsable y respetuoso del medio ambiente.
¿Dónde está la variable de la ecuación que no está funcionando? Y tan importante como señalar quién es ese que entorpece las alternativas ecológicas, seguiremos preguntándonos ¿Por qué no?
NOTA: Las ilustraciones son de Adrian Johnson
1) El sistema de una tarjeta musical de felicitaciones tiene mayor capacidad que la primera computadora análoga.
2) La computadora de un auto de lujo es más sofisticada y poderosa que la utilizada por la nave espacial del Apolo 11, con la cual se realizó un viaje de ida y regreso a la Luna.
Con estos ejemplos cómo no cuestionarse ¿qué significa el progreso tecnológico y hacia dónde nos lleva?
En los últimos meses, hemos escuchado que en estos tiempos de crisis económica mundial los gobiernos se están esforzando por mantener la industria automotriz, en casi todos los países se han creado programas presupuestales emergentes, estrategias para incentivar la movilización comercial y que los usuarios renovemos nuestros autos.
Yo quiero uno híbrido, pero cada vez que lo pienso más detenidamente, éste parece más lejano, no sólo porque cada día son más costosos y yo conservo mi asalariada posición económica, sino porque al parecer aún no han sido suficientemente convincentes las labores de conscientización con respecto a lo que los combustibles fósiles están provocando en el medio ambiente.
Todos los días la cotización de los barriles de crudo ocupa los noticieros al mismo tiempo que las bolsas de valores. El bien llamado “oro negro” es centro de mercadeos y pugnas políticas, y ésta será una tendencia progresiva en tanto que el petróleo sea cada vez más escaso o su extracción y procesamiento se hagan más difíciles.
Viene luego una pesadilla salida de la ciencia ficción, en la que el mundo se detiene por la escasez de gasolina y las máquinas inteligentes se adueñan de las ciudades, y nada más lejano a ésta escena de la pantalla grande que ver nuestras calles y avenidas, donde las administraciones públicas construyen puentes y bulevares, antes que fomentar la creación de andadores, pasos peatonales y ciclopistas, y mucho menos que promover el uso de transportes alternativos como la bicicleta, o exigir mayor efectividad, calidad y servicio en el transporte urbano.
Entonces es cuando surge la sospechosa duda, con lógica justificación, de que hay algún (o algunos) interesado(s) en frenar ese otro desarrollo tecnológico, uno que aspire a la ganancia económica y al poder como únicos fines, mejor uno sustentable, responsable y respetuoso del medio ambiente.
¿Dónde está la variable de la ecuación que no está funcionando? Y tan importante como señalar quién es ese que entorpece las alternativas ecológicas, seguiremos preguntándonos ¿Por qué no?
NOTA: Las ilustraciones son de Adrian Johnson
FOTO CON MI MEDIA NARANJA
SER ÚNICO > LLEGAR PRIMERO
Hasta hace algún tiempo me ideé un slogan personal, es decir una identidad expresada en una frase concreta.
Pensé que la mejor opción sería utilizar mis mejores estrategias mercadológicas en la fórmula ser único > llegar primero, con la esperanza de posicionarme en una filosofía de vida que no fuese dirigida por la ley de la competencia, sino guiada por la aspiración hacia la autenticidad.
Soy único, lo puedo asegurar orgullosamente desde cualquier aspecto de análisis, con un diagnóstico bastante objetivo y sin tendencia ni a la falsa modestia o la modesta soberbia.
Sin embargo (aparentemente contradictorio) esa unicidad la comparto con cualquiera, en particular con cada uno, puesto que todos podemos argumentar: “No hay otro como yo, tampoco soy como ningún otro”.
Pero ser único no significa ser irrepetible, y para probarlo me nació recientemente la inquietud de investigar mis homónimos en la red. Bastó con escribir mi identidad en un buscador y con así se desplegaron cientos de páginas relacionadas con Angelazo. Destaco enseguida las que llamaron más mi atención.
Angelazo o Angelote, es un pez registrado en la Fauna Marina de Santander, según lo refiere el naturista submarino Eduardo Herrera.
Angelazo resultó ser, lógicamente, un pseudónimo recurrente para algunos chicos de nombre Ángel. Uno de ellos este año estudiará en la Escuela Forestal de Coca (con el perdón de mi ignorancia geográfica, eso suena bastante curioso y podría generar sospechas antidrogas). Otro sobresaliente es el capitalino mexicano que lleva el nombre con el que su madre recuerda a un novio muy querido. Finalmente también encontré a los Angelazos expertos en videojuegos. Con relación a cualquiera de los anteriores, definitivamente diré que no soy ninguno de ellos.
Angelazo de algún modo está ligado a otros perfiles personales poco pudorosos, como el de una mujer que textualmente se describe así “Exquisito servicio en lencería, 24 hrs. De Domingo a Lunes… Tiempo y costo a convenir. Hoteles de la zona Satélite. Atiendo a caballeros, damas y parejas (HM), tríos. Fantasías. Francés, ruso, polaco. Mi busto es 40C natural, soy supercaliente.”
Y, con gran emoción, recientemente descubrí que alguien calificó a Angelazo.com como “Centro virtual de compilación de ideas de sexo (y otros demonios) en español… Desde el ombligo del mundo (Aguascalientes)”. Gracias a quien lo escribió.
Pensé que la mejor opción sería utilizar mis mejores estrategias mercadológicas en la fórmula ser único > llegar primero, con la esperanza de posicionarme en una filosofía de vida que no fuese dirigida por la ley de la competencia, sino guiada por la aspiración hacia la autenticidad.
Soy único, lo puedo asegurar orgullosamente desde cualquier aspecto de análisis, con un diagnóstico bastante objetivo y sin tendencia ni a la falsa modestia o la modesta soberbia.
Sin embargo (aparentemente contradictorio) esa unicidad la comparto con cualquiera, en particular con cada uno, puesto que todos podemos argumentar: “No hay otro como yo, tampoco soy como ningún otro”.
Pero ser único no significa ser irrepetible, y para probarlo me nació recientemente la inquietud de investigar mis homónimos en la red. Bastó con escribir mi identidad en un buscador y con así se desplegaron cientos de páginas relacionadas con Angelazo. Destaco enseguida las que llamaron más mi atención.
Angelazo o Angelote, es un pez registrado en la Fauna Marina de Santander, según lo refiere el naturista submarino Eduardo Herrera.
Angelazo resultó ser, lógicamente, un pseudónimo recurrente para algunos chicos de nombre Ángel. Uno de ellos este año estudiará en la Escuela Forestal de Coca (con el perdón de mi ignorancia geográfica, eso suena bastante curioso y podría generar sospechas antidrogas). Otro sobresaliente es el capitalino mexicano que lleva el nombre con el que su madre recuerda a un novio muy querido. Finalmente también encontré a los Angelazos expertos en videojuegos. Con relación a cualquiera de los anteriores, definitivamente diré que no soy ninguno de ellos.
Angelazo de algún modo está ligado a otros perfiles personales poco pudorosos, como el de una mujer que textualmente se describe así “Exquisito servicio en lencería, 24 hrs. De Domingo a Lunes… Tiempo y costo a convenir. Hoteles de la zona Satélite. Atiendo a caballeros, damas y parejas (HM), tríos. Fantasías. Francés, ruso, polaco. Mi busto es 40C natural, soy supercaliente.”
Y, con gran emoción, recientemente descubrí que alguien calificó a Angelazo.com como “Centro virtual de compilación de ideas de sexo (y otros demonios) en español… Desde el ombligo del mundo (Aguascalientes)”. Gracias a quien lo escribió.
OSANG WONG, ASOMBROSO CREADOR
¿Alguna vez has pensado que una imagen fotográfica puede tener 3 dimensiones o cómo sería una escultura fotográfica?
No encontré una mejor forma de clasificar la obra del coreano Osang Gwon, quien explora esta idea con asombrosos resultados. Con su creatividad e ingenio se atreve además a transformar las figuras en representaciones oníricas. Seguro que visitar una de sus exposiciones debe ser una experiencia fascinante. Si quieres conocer más de su obra acude a http://www.osang.net
Me gusta esta muestra del carácter innovador y del pensamiento joven. Lo que convierte al arte en algo “emocionante” es justo la habilidad de un artista para provocar emociones en quienes aprecian su obra, ¿no es así?
En cuestión de materiales, destacan las impresiones fotográficas y el pegamento. Y eso demuestra que el pensamiento creador no requiere de un gasto excesivo, porque ¿cuánto podría costar la serie de fotos que se necesitan para armar una de sus esculturas? Quizá la mayor inversión pudo ser una buena cámara, pero ya casi todos tenemos una digital a la mano.
Ello nos lleva a la confirmación de una tesis acerca del trabajo creativo: “Las mejores herramientas en manos de un estúpido no se transforman en arte, pero hasta con un simple lápiz Dalí o Picasso hacían obras maestras”.
No encontré una mejor forma de clasificar la obra del coreano Osang Gwon, quien explora esta idea con asombrosos resultados. Con su creatividad e ingenio se atreve además a transformar las figuras en representaciones oníricas. Seguro que visitar una de sus exposiciones debe ser una experiencia fascinante. Si quieres conocer más de su obra acude a http://www.osang.net
Me gusta esta muestra del carácter innovador y del pensamiento joven. Lo que convierte al arte en algo “emocionante” es justo la habilidad de un artista para provocar emociones en quienes aprecian su obra, ¿no es así?
En cuestión de materiales, destacan las impresiones fotográficas y el pegamento. Y eso demuestra que el pensamiento creador no requiere de un gasto excesivo, porque ¿cuánto podría costar la serie de fotos que se necesitan para armar una de sus esculturas? Quizá la mayor inversión pudo ser una buena cámara, pero ya casi todos tenemos una digital a la mano.
Ello nos lleva a la confirmación de una tesis acerca del trabajo creativo: “Las mejores herramientas en manos de un estúpido no se transforman en arte, pero hasta con un simple lápiz Dalí o Picasso hacían obras maestras”.
FRENO AL CAMBIO CLIMÁTICO
Cada año disfrutamos menos nuestras vacaciones de Verano. El aumento de temperatura, los intensos vientos y las lluvias torrenciales han ocupado paulatinamente más de nuestra atención. Pero ¿quién hace algo?, o porque parece que nadie hace nada ¿o por qué debería?
Nos quejamos y sufrimos el cambio climático, pero somos como el estudiante que reprueba al final del curso, el que no estudió durante todo el año y llora por su bajo promedio final, ¿ya para qué?
Al igual que el estudio es un buen hábito, también así podemos implementar sencillas acciones en nuestra vida cotidiana, desde nuestro hogar y trabajo, para disminuir nuestro impacto nocivo en el medio ambiente.
1. PLANTA UN ÁRBOL… y cuídalo, procura aquellas variedades que requieren menos cantidad de agua.
2. RECICLA TU BASURA. Sepárala en retos orgánicos, vidrio, papel, plástico y metal, luego llévala a centros de acopio, no la tires al contenedor porque al final se revolverá de nuevo y no tendrá caso tu esfuerzo previo.
3. USA MENOS TU AUTO. Si tu traslado es cercano, sin escalas y rápido, usa el transporte público (el camión de todos modos pasará y así habrá un auto menos en circulación); comparte el vehículo con otras personas que tengan la misma ruta, o usa medios alternativos como la bicicleta y caminar, eso además ayudará a tu salud.
4. INFLA BIEN LAS LLANTAS DE TU AUTO. La baja presión en los neumáticos provoca una fricción mayor con el asfalto, por lo que se necesitará más energía y, por lo tanto, gastarás más dinero en gasolina.
5. UILIZA FOCOS AHORRADORES DE ENERGÍA. También el ahorro está en los hábitos de consumo: si no lo necesitas, apágalo.
6. USA MENOS AGUA CALIENTE. La combustión es una de las principales causas del efecto invernadero, aunque parezca poco el efecto de un calentador de agua casero, piensa que en todas las casas tenemos uno.
7. RACIONALIZA EL AIRE ACONDICIONADO. Permite que el aire tenga un flujo más libre en tu casa, oficina o automóvil. Si tienes instalado un climatizador, cierra las ventanas para que no se escape el aire frío.
8. EVITA PRODUCTOS “MUY EMPACADOS”. Podrían contener más conservadores y químicos, por eso es mejor consumir productos regionales, son más frescos y sanos, se fomenta el comercio local, se economiza en gastos de transportación y se contamina menos.
9. DESCONECTA LOS APARATOS ELECTRÓNICOS. Una de las fugas de energía más frecuentes es a través de radios, televisores, microondas y demás aparatos que regularmente no están en uso. Si te cuesta mucho esfuerzo desconectar y conectar, piensa cuánto te cuesta en tu bolsillo.
10. HAZ ALGO. Aunque parezca que el Planeta es enorme y vasto, cuando no haya más recursos naturales… ¿a dónde iremos?
Nos quejamos y sufrimos el cambio climático, pero somos como el estudiante que reprueba al final del curso, el que no estudió durante todo el año y llora por su bajo promedio final, ¿ya para qué?
Al igual que el estudio es un buen hábito, también así podemos implementar sencillas acciones en nuestra vida cotidiana, desde nuestro hogar y trabajo, para disminuir nuestro impacto nocivo en el medio ambiente.
1. PLANTA UN ÁRBOL… y cuídalo, procura aquellas variedades que requieren menos cantidad de agua.
2. RECICLA TU BASURA. Sepárala en retos orgánicos, vidrio, papel, plástico y metal, luego llévala a centros de acopio, no la tires al contenedor porque al final se revolverá de nuevo y no tendrá caso tu esfuerzo previo.
3. USA MENOS TU AUTO. Si tu traslado es cercano, sin escalas y rápido, usa el transporte público (el camión de todos modos pasará y así habrá un auto menos en circulación); comparte el vehículo con otras personas que tengan la misma ruta, o usa medios alternativos como la bicicleta y caminar, eso además ayudará a tu salud.
4. INFLA BIEN LAS LLANTAS DE TU AUTO. La baja presión en los neumáticos provoca una fricción mayor con el asfalto, por lo que se necesitará más energía y, por lo tanto, gastarás más dinero en gasolina.
5. UILIZA FOCOS AHORRADORES DE ENERGÍA. También el ahorro está en los hábitos de consumo: si no lo necesitas, apágalo.
6. USA MENOS AGUA CALIENTE. La combustión es una de las principales causas del efecto invernadero, aunque parezca poco el efecto de un calentador de agua casero, piensa que en todas las casas tenemos uno.
7. RACIONALIZA EL AIRE ACONDICIONADO. Permite que el aire tenga un flujo más libre en tu casa, oficina o automóvil. Si tienes instalado un climatizador, cierra las ventanas para que no se escape el aire frío.
8. EVITA PRODUCTOS “MUY EMPACADOS”. Podrían contener más conservadores y químicos, por eso es mejor consumir productos regionales, son más frescos y sanos, se fomenta el comercio local, se economiza en gastos de transportación y se contamina menos.
9. DESCONECTA LOS APARATOS ELECTRÓNICOS. Una de las fugas de energía más frecuentes es a través de radios, televisores, microondas y demás aparatos que regularmente no están en uso. Si te cuesta mucho esfuerzo desconectar y conectar, piensa cuánto te cuesta en tu bolsillo.
10. HAZ ALGO. Aunque parezca que el Planeta es enorme y vasto, cuando no haya más recursos naturales… ¿a dónde iremos?
VIAJE EN 3 ESCALAS
¿Cuán revitalizante puede ser un viaje de fin de semana? Mucho.
En vista de que este año no pudimos turistear por Europa, o caminar unos días por calles de New York, Buenos Aires o Río de Janeiro, y en apoyo a la decaída industria turística nacional, nos tomamos un fin de semana por Guadalajara y sus alrededores.
Previo a la anhelada salida, mi compañero de viaje, Pablo, se tomó unas horas en el panorámico internet para investigar algunas de las actividades más sobresalientes que se llevarían a cabo: exposiciones artísticas, espectáculos, hoteles, etc. Y así, con la mochila en la cajuela, una selección de música en el iPod y un mapa en mano, nos dirigimos a dicha metrópolis.
Hamlet, Príncipe de DinamarClown
Por una grata coincidencia, pudimos asistir a la puesta en escena que Thespis Teatro adaptó cómicamente a partir del texto clásico de William Shakespeare. En ésta, Fausto Ramírez dirigió a cinco payasos, cuya polarización existencial transitaba entre el “Ser o no actuar, he ahí el dilema”.
Ya prácticamente nos habíamos resignado a no haber llegado a tiempo para la función. Estábamos enfrascados en medio de un embotellamiento en la Av. Independencia rumbo al hotel, pero ante el poco avance vehicular nos distraíamos con anuncios espectaculares, y para nuestro asombro estábamos a las puertas del Teatro Experimental de Jalisco, lugar donde se representaba esta obra que habíamos seleccionado.
Triple fue nuestra fortuna como espectadores. Primero, por sí haber podido asistir a ella; segundo, porque ésta función era la última de la temporada, y la tercera y mayor gracias fue porque en verdad resultó divertidísima.
Nos arrancaron carcajadas, nos sorprendieron con su creatividad y disciplina escénica, y hasta puedo decir que reivindicó (al menos en mí) la figura de anteriormente tuve de algunos payasos vulgares y gritones.
Abelardo, Manuel, Susana, Gabriel, Diana, y los músicos Christian y Alonso, se involucraron de manera natural y relajada con el público, incluyendo en las butacas del íntimo teatro a Leobardo William Shakespeare, how are you? y a Horacio, my friend.
Creo que la risa es un hábito liberador para los espectadores, aunque para los que actúan lo más difícil en un escenario sea hacer reír. Ellos lo hacían muy espontáneamente y ojalá que este grupo tenga mucho éxito. Si algún día tienes la oportunidad de asistir a una de sus obras, no lo dudes, seguro te divertirás tanto como nosotros.
Movimiento postal 3er ojo
El sábado por la tarde, después de un acalorado y sofocante día de compras, en una cafetería frente al Parián de Tlaquepaque, Pablo y yo disfrutábamos de rehidratantes bebidas, acompañadas por un delicioso estrudel de manzana y un obligado pastel de chocolate, cuando se acercó a nosotros un joven con un álbum fotográfico en mano y una extraña propuesta para nosotros: debíamos seleccionar dos fotografías cada uno y luego él nos regalaría una de ellas a cada quien.
Pablo hizo su selección y yo la mía. Cuando regresó el aparente artista gráfico se las mencionamos y a cambio de este grato esfuerzo nos regaló la anunciada fotografía en un sobre cerrado, con una segunda consigna: debíamos dedicar unas palabras con “buena energía” para alguien que, como nosotros, un día pudiese recibir este significativo regalo.
Finalmente si queríamos nosotros, podríamos apoyar la continuación con esta labor. En un inicio cuestionamos si tenía algún costo, él lo negó, pero ahora realmente la experiencia nos había cautivado y definitivamente los pesos que dimos a cambio no equivalen de ningún modo al valor de este bello recuerdo.
Como lo reza en el exterior, los sobres que obtuvimos contienen una foto, un mensaje y un amigo. Al abrirlos en un momento especial (instrucción precisa), podremos ponernos en contacto con quienes las dedicaron, puesto que cada quien participa con su nombre, e-mail y ocupación.
¿Qué sucede entonces? Más allá de haberse ideado una exposición itinerante, más allá de la sorpresiva e inesperada proposición, nos resultó muy gratificante ser parte de este Movimiento Postal 3er Ojo, sus tres creadores se han dado a la misión de rescatar los tesoros de México, esos que en la fascinante cotidianidad nos pasan desapercibidos. Felicidades a los jóvenes creativos que no sólo cuestionan la dirección del mundo, sino que también provocan la añorada transformación positiva.
En nuestro viaje, fuimos nuevamente afortunados. ¡Qué dicha! Ahora somos parte de éste híbrido entre las redes impersonales de la computación y las emociones humanas. Ahora guardo la esperanza de que un día alguien se ponga en contacto conmigo porque recibió mi dedicatoria y le llegó la “buena vibra” de este movimiento postal.
Tianguis en la de Tonaltecos
Antes de concluir nuestro viaje, programamos una escala más. Busco desde hace tiempo, para el pequeño y moderno comedor de la casa, un sencillo centro de mesa, blanco, de cerámica. Pensamos que Tonalá, lugar de tradición alfarera, sería un acertado lugar para encontrarlo.
Lamentable fue nuestra desilusión al descubrir que el enormísimo comercio ofrece mil y un pinturas de Martha Chafa (es decir, no los originales óleos de la Chapa, famosa pintora de manzanas). Esta bastísima consecución de mil y un locales y puestos exhiben mil y un muebles contemporáneos, pero al acercarnos a ellos parecen escenografía televisiva.
Sé que mis ahora mil y un exageraciones no disimulan mi desencanto del comercio popular, pero en mi defensa diré que una cosa es la artesanía, muy mexicana y pintoresca, y otra muy diferente es esta nueva “falluca” decorativa.
Sin embargo, no nos arrepentimos de haber ido a Tonalá, a pesar del sol agotador y de que no encontramos ese sencillo centro de mesa, blanco, de cerámica. Sí había mucho qué comprar, pero casi nada de buen gusto.
No nos fuimos con las manos vacías, nos llevamos también la enorme sorpresa de la cantidad de personas que acuden a este tianguis extendido por toda la Avenida Tonaltecos con sus vías aledañas, y así forman larguísimas filas y tumultos.
Una fortuna más para nosotros fue ver, al ras de las calles, el funcionamiento del engranaje del comercio. Casi todos llevábamos una bolsa con algo de la cantidad de cosas que ahí se compran. ¿Cuál crisis?
Notas de viaje
1) Al igual que se prepara el auto, se compran los boletos para el transporte o se alista la maleta, investiga qué eventos puedes disfrutar. Estos preparativos son tan importantes como la forma en la que llegas.
2) Elige a tu(s) compañero(s) de vacaciones. La buena compañía es tan esencial como un buen calzado, si es incómodo no querrás ir a ningún lado.
3) A menos de que tu plan sea “todo incluido” en un hotel 5 estrellas y no quieras salir de sus instalaciones, ten a la mano un mapa de la ciudad y no te desesperes si no lo descifras fácilmente. Siempre se puede recuperar el camino siguiendo puntos de referencia.
4) Pregunta a la gente que ahí vive y trabaja, son los mejores guías de turistas porque saben cuál es la ruta más sencilla y conocen los lugares con buena comida.
5) Disfruta. Si ya te diste un tiempo en tu agenda y ahorraste para irte de vacaciones, haz que valga la pena. Si parece que tu plan no está saliendo a la perfección, adáptate a las alternativas y vive la experiencia.
En vista de que este año no pudimos turistear por Europa, o caminar unos días por calles de New York, Buenos Aires o Río de Janeiro, y en apoyo a la decaída industria turística nacional, nos tomamos un fin de semana por Guadalajara y sus alrededores.
Previo a la anhelada salida, mi compañero de viaje, Pablo, se tomó unas horas en el panorámico internet para investigar algunas de las actividades más sobresalientes que se llevarían a cabo: exposiciones artísticas, espectáculos, hoteles, etc. Y así, con la mochila en la cajuela, una selección de música en el iPod y un mapa en mano, nos dirigimos a dicha metrópolis.
Hamlet, Príncipe de DinamarClown
Por una grata coincidencia, pudimos asistir a la puesta en escena que Thespis Teatro adaptó cómicamente a partir del texto clásico de William Shakespeare. En ésta, Fausto Ramírez dirigió a cinco payasos, cuya polarización existencial transitaba entre el “Ser o no actuar, he ahí el dilema”.
Ya prácticamente nos habíamos resignado a no haber llegado a tiempo para la función. Estábamos enfrascados en medio de un embotellamiento en la Av. Independencia rumbo al hotel, pero ante el poco avance vehicular nos distraíamos con anuncios espectaculares, y para nuestro asombro estábamos a las puertas del Teatro Experimental de Jalisco, lugar donde se representaba esta obra que habíamos seleccionado.
Triple fue nuestra fortuna como espectadores. Primero, por sí haber podido asistir a ella; segundo, porque ésta función era la última de la temporada, y la tercera y mayor gracias fue porque en verdad resultó divertidísima.
Nos arrancaron carcajadas, nos sorprendieron con su creatividad y disciplina escénica, y hasta puedo decir que reivindicó (al menos en mí) la figura de anteriormente tuve de algunos payasos vulgares y gritones.
Abelardo, Manuel, Susana, Gabriel, Diana, y los músicos Christian y Alonso, se involucraron de manera natural y relajada con el público, incluyendo en las butacas del íntimo teatro a Leobardo William Shakespeare, how are you? y a Horacio, my friend.
Creo que la risa es un hábito liberador para los espectadores, aunque para los que actúan lo más difícil en un escenario sea hacer reír. Ellos lo hacían muy espontáneamente y ojalá que este grupo tenga mucho éxito. Si algún día tienes la oportunidad de asistir a una de sus obras, no lo dudes, seguro te divertirás tanto como nosotros.
Movimiento postal 3er ojo
El sábado por la tarde, después de un acalorado y sofocante día de compras, en una cafetería frente al Parián de Tlaquepaque, Pablo y yo disfrutábamos de rehidratantes bebidas, acompañadas por un delicioso estrudel de manzana y un obligado pastel de chocolate, cuando se acercó a nosotros un joven con un álbum fotográfico en mano y una extraña propuesta para nosotros: debíamos seleccionar dos fotografías cada uno y luego él nos regalaría una de ellas a cada quien.
Pablo hizo su selección y yo la mía. Cuando regresó el aparente artista gráfico se las mencionamos y a cambio de este grato esfuerzo nos regaló la anunciada fotografía en un sobre cerrado, con una segunda consigna: debíamos dedicar unas palabras con “buena energía” para alguien que, como nosotros, un día pudiese recibir este significativo regalo.
Finalmente si queríamos nosotros, podríamos apoyar la continuación con esta labor. En un inicio cuestionamos si tenía algún costo, él lo negó, pero ahora realmente la experiencia nos había cautivado y definitivamente los pesos que dimos a cambio no equivalen de ningún modo al valor de este bello recuerdo.
Como lo reza en el exterior, los sobres que obtuvimos contienen una foto, un mensaje y un amigo. Al abrirlos en un momento especial (instrucción precisa), podremos ponernos en contacto con quienes las dedicaron, puesto que cada quien participa con su nombre, e-mail y ocupación.
¿Qué sucede entonces? Más allá de haberse ideado una exposición itinerante, más allá de la sorpresiva e inesperada proposición, nos resultó muy gratificante ser parte de este Movimiento Postal 3er Ojo, sus tres creadores se han dado a la misión de rescatar los tesoros de México, esos que en la fascinante cotidianidad nos pasan desapercibidos. Felicidades a los jóvenes creativos que no sólo cuestionan la dirección del mundo, sino que también provocan la añorada transformación positiva.
En nuestro viaje, fuimos nuevamente afortunados. ¡Qué dicha! Ahora somos parte de éste híbrido entre las redes impersonales de la computación y las emociones humanas. Ahora guardo la esperanza de que un día alguien se ponga en contacto conmigo porque recibió mi dedicatoria y le llegó la “buena vibra” de este movimiento postal.
Tianguis en la de Tonaltecos
Antes de concluir nuestro viaje, programamos una escala más. Busco desde hace tiempo, para el pequeño y moderno comedor de la casa, un sencillo centro de mesa, blanco, de cerámica. Pensamos que Tonalá, lugar de tradición alfarera, sería un acertado lugar para encontrarlo.
Lamentable fue nuestra desilusión al descubrir que el enormísimo comercio ofrece mil y un pinturas de Martha Chafa (es decir, no los originales óleos de la Chapa, famosa pintora de manzanas). Esta bastísima consecución de mil y un locales y puestos exhiben mil y un muebles contemporáneos, pero al acercarnos a ellos parecen escenografía televisiva.
Sé que mis ahora mil y un exageraciones no disimulan mi desencanto del comercio popular, pero en mi defensa diré que una cosa es la artesanía, muy mexicana y pintoresca, y otra muy diferente es esta nueva “falluca” decorativa.
Sin embargo, no nos arrepentimos de haber ido a Tonalá, a pesar del sol agotador y de que no encontramos ese sencillo centro de mesa, blanco, de cerámica. Sí había mucho qué comprar, pero casi nada de buen gusto.
No nos fuimos con las manos vacías, nos llevamos también la enorme sorpresa de la cantidad de personas que acuden a este tianguis extendido por toda la Avenida Tonaltecos con sus vías aledañas, y así forman larguísimas filas y tumultos.
Una fortuna más para nosotros fue ver, al ras de las calles, el funcionamiento del engranaje del comercio. Casi todos llevábamos una bolsa con algo de la cantidad de cosas que ahí se compran. ¿Cuál crisis?
Notas de viaje
1) Al igual que se prepara el auto, se compran los boletos para el transporte o se alista la maleta, investiga qué eventos puedes disfrutar. Estos preparativos son tan importantes como la forma en la que llegas.
2) Elige a tu(s) compañero(s) de vacaciones. La buena compañía es tan esencial como un buen calzado, si es incómodo no querrás ir a ningún lado.
3) A menos de que tu plan sea “todo incluido” en un hotel 5 estrellas y no quieras salir de sus instalaciones, ten a la mano un mapa de la ciudad y no te desesperes si no lo descifras fácilmente. Siempre se puede recuperar el camino siguiendo puntos de referencia.
4) Pregunta a la gente que ahí vive y trabaja, son los mejores guías de turistas porque saben cuál es la ruta más sencilla y conocen los lugares con buena comida.
5) Disfruta. Si ya te diste un tiempo en tu agenda y ahorraste para irte de vacaciones, haz que valga la pena. Si parece que tu plan no está saliendo a la perfección, adáptate a las alternativas y vive la experiencia.
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