FRENO AL CAMBIO CLIMÁTICO

Cada año disfrutamos menos nuestras vacaciones de Verano. El aumento de temperatura, los intensos vientos y las lluvias torrenciales han ocupado paulatinamente más de nuestra atención. Pero ¿quién hace algo?, o porque parece que nadie hace nada ¿o por qué debería?

Nos quejamos y sufrimos el cambio climático, pero somos como el estudiante que reprueba al final del curso, el que no estudió durante todo el año y llora por su bajo promedio final, ¿ya para qué?

Al igual que el estudio es un buen hábito, también así podemos implementar sencillas acciones en nuestra vida cotidiana, desde nuestro hogar y trabajo, para disminuir nuestro impacto nocivo en el medio ambiente.

1. PLANTA UN ÁRBOL… y cuídalo, procura aquellas variedades que requieren menos cantidad de agua.
2. RECICLA TU BASURA. Sepárala en retos orgánicos, vidrio, papel, plástico y metal, luego llévala a centros de acopio, no la tires al contenedor porque al final se revolverá de nuevo y no tendrá caso tu esfuerzo previo.
3. USA MENOS TU AUTO. Si tu traslado es cercano, sin escalas y rápido, usa el transporte público (el camión de todos modos pasará y así habrá un auto menos en circulación); comparte el vehículo con otras personas que tengan la misma ruta, o usa medios alternativos como la bicicleta y caminar, eso además ayudará a tu salud.
4. INFLA BIEN LAS LLANTAS DE TU AUTO. La baja presión en los neumáticos provoca una fricción mayor con el asfalto, por lo que se necesitará más energía y, por lo tanto, gastarás más dinero en gasolina.
5. UILIZA FOCOS AHORRADORES DE ENERGÍA. También el ahorro está en los hábitos de consumo: si no lo necesitas, apágalo.
6. USA MENOS AGUA CALIENTE. La combustión es una de las principales causas del efecto invernadero, aunque parezca poco el efecto de un calentador de agua casero, piensa que en todas las casas tenemos uno.
7. RACIONALIZA EL AIRE ACONDICIONADO. Permite que el aire tenga un flujo más libre en tu casa, oficina o automóvil. Si tienes instalado un climatizador, cierra las ventanas para que no se escape el aire frío.
8. EVITA PRODUCTOS “MUY EMPACADOS”. Podrían contener más conservadores y químicos, por eso es mejor consumir productos regionales, son más frescos y sanos, se fomenta el comercio local, se economiza en gastos de transportación y se contamina menos.
9. DESCONECTA LOS APARATOS ELECTRÓNICOS. Una de las fugas de energía más frecuentes es a través de radios, televisores, microondas y demás aparatos que regularmente no están en uso. Si te cuesta mucho esfuerzo desconectar y conectar, piensa cuánto te cuesta en tu bolsillo.
10. HAZ ALGO. Aunque parezca que el Planeta es enorme y vasto, cuando no haya más recursos naturales… ¿a dónde iremos?

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